CAMPANADAS DE DOLOR
Dedicado a los emigrantes extremeños dando a conocer el sentir y las muchas preocupaciones sobre el futuro de los hombres del campo extremeño y que está resultando un gran éxito comercial.
Tras de su primer éxito, en el 2005, ha publicado la novela titulada
Tras de su primer éxito, en el 2005, ha publicado la novela titulada
CAMPANADAS DE DOLO
NICOLÁS HERNÁNDEZ CAMBERO
Encomienda de Palacios 366
28030 Madrid (España)
Tel: 616 22 45 92
http://www.blogger.com
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/www.hcnicolas.com
correo-e nicolashc@wanadoo.es
Registro Propiedad Intelectual
ISBN 84-9770-468-1
EDITORIAL VISIÓN NET
Avenida de Asturias S/N
Tel: 0034 91 3117696
Depósito legal: SE 293-2005 en España
Reservados todos los derechos. Esta publicación no puede ser transmitida por un sistema de recuperación de información, de ninguna forma ni por ningún medio, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, o por fotocopia, o cualquier otro sin el permiso previo por escrito del autor.
Dedicado a todos los emigrantes extremeños
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Dedicado a todos los emigrantes extremeños
PRÓLOGO
Soy ave libre del campo
y jamás negarlo quiero,
ni con el paso del tiempo,
seré el último ni el primero.
En, a su tierra defender,
soy sencillo, muy sincero
y cumplidor de mi deber,
ante el mundo entero.
Nunca será bien nacido
quien sus raíces negara,
ni caerá en ese olvido
que nunca se perdonara.
Pedir perdón yo quisiera,
sin ofensa de mis musas,
a quien mis poemas leyera,
pídole todas mis excusas.
Distraerle es mi intención,
sin ánimos de ofensa,
jamás caí en la tentación
de humillación como esa.
Han de ser mis lectores
quienes juzguen a conciencia
y saboreen pormenores
de mi humilde sentencia.
¡Hombres del campo extremeño,
que vuestra voz sea escuchada!
¡Defenderle con empeño,
que no sea pisoteada.
El autor
Nicolás H. Cambero
CAMPANADAS DE DOLOR
¿Por qué doblan las campanas
en la alta Extremadura?.
Han de ser nuestras ánimas
en su triste sepultura.
Pero tal lamentación
del soneto que acompaña,
no es de Santa Invención
por ningún rincón de España.
¿Serán beatas o santones,
al borde de su locura,
de los que tengo montones
por toda la Extremadura?.
Esas tristes campanas
colman mi curiosidad.
Bajarás esta mañana
y su verdad me traerás.
*****
A mi Señor, con humildad,
para calmar la ansiedad
de Vuestra Paternidad,
vengo a decir mi verdad.
No son frailes, ni son curas,
ni beatas, ni santones,
ni almas en purgas duras
llorando por los rincones.
¡Mi Señor! Son campesinos
a los que nadie escucha,
extremeños sin destinos,
porque su pena es mucha.
Desde las viejas iglesias,
con sus altas espadañas,
de todas las serranías
de las Hurdes y Villuercas.
Están pidiendo compasión
al vuelo de sus campanas
con gran desesperación
para que oigan sus penas.
No lloran por Granadilla,
la que un día le ahogaron,
que suplican de rodilla
por el hambre que alcanzaron.
Se les marchan los jóvenes
a las grandes capitales
y allí quedan sus mayores
luchando con sus eriales.
No tienen inmigración,
que tanto al Sur abruma,
que pasan por obligación
sin quedarse en parte alguna.
*****
Dos reyes les mandé un día,
un caudillo y militares,
para que su serranía
llenaran de olivares.
Que les calmaran su sed
con aguas de sus pantanos
y no vivieran a merced
de caciques ni tiranos.
Que cubrieran con subsidios
toda falta de jornales;
al hambre dieran remedios
y solución a sus males.
*****
¡Mi Señor! Y así se cumplió
vuestro antiguo deseo,
que buen resultado les dio
contra el hambre ¡Ya lo creo!
Ahora, con esas naciones
del nuevo Mercado Común
y todas sus restricciones,
no ven ninguna solución.
No pueden sembrar trigales,
ni tampoco pueden arar;
el gasóleo de sus tractores,
ni siquiera pueden pagar.
Pecan con sus tabacales,
desaparecen los huertos
y también los pimentales.
¿Habrá mayores tormentos?
Si las subvenciones quitan,
los subsidios les retiran,
las hambrunas les marchitan
¿A qué puerta llamarán?
Pensad Vos, en soluciones,
que yo remedio no tengo,
que pierden sus ilusiones
mientras sus hambres retengo.
*****
Haremos otro intento.
Alegrémosles sus vidas.
Remediemos su sustento
y curemos sus heridas.
Nuevo AVE les mandaré,
que ya vienen deseando,
grandes pistas les haré
para que crucen volando.
Las industrias a raudales,
de todas esas naciones
me encargo de traerles
con ayudas Oficiales.
Grandes rutas de turismo
y playas artificiales
Invitando consumismo,
paradores y hoteles
Con grandes cotos de caza
y reservas Naturales
harán su primera baza
turistas internacionales.
Turismo, es su solución,
Europa puede mandarles,
no desprecien la ocasión.
Portugal quiere pisarles.
Las segundas residencias
de las grandes capitales
son muy buenas sugerencias
que proporcionan caudales.
Diles que tengan paciencia
y que nunca pierdan la fe,
que toda mi experiencia,
en sus manos, yo les pondré,
*****
Campesinos extremeños,
luchadores a conciencia,
no consintáis más engaños,
hambruna ni penitencia.
No aguantéis más cacicadas,
defended vuestras hombrías
y vuestras razones pisadas
al paso de vuestras vidas.
Con vuestras humillaciones
la gloria tenéis ganada.
No os hagáis ilusiones
que, del cielo, no caerá nada.
MI GUITARRA
¿Por qué murmuras guitarra
si tu acorde ya mal suena?
¿No ves que mi alma desgarra
el lamento de tu pena?.
Siendo juncal y exquisita,
de mejilla sonrosada,
tan graciosa y tan bonita,
con la piel terciopelada.
Con andares de duquesa,
larga y negra cabellera
que tu mejilla te besa.
¿Por qué murmuras guitarra?
Si mis dedos no te halagan,
mis brazos te marchitan,
tu hermosura te queman
y tu dulzura te quitan.
Lleva a mi tumba una flor
que mi vida se apaga,
ya no aguanto el dolor
que me ha causado tu daga.
¿Por qué?
¿Por qué murmuras?
¿Por qué?
¿Por qué murmuras guitarra?
EL MONUMENTO
¿No recuerdas, palomita,
cuando tú sentadita
al tenue resplandor,
en aquella mesa esferal,
en tiempo primaveral.
Este humilde servidor.
Que acercándose a tu vera
tantas veces te pidiera
que le hicieras el honor
de ceñir tu cintura
y sentir la mordedura
del dulce y puro amor?
Puede que aburrida,
más que convencida,
levantaste tu figura
la que con mi firme brazo
presto forcé el lazo
recreando tu hermosura.
Fue tan grande aquel momento
que fundamos el monumento
de nuestra felicidad,
y por tormentas que pasen
no habrá rayos que lo rasguen
en toda la eternidad.
AL LABRADOR
Mírate buen labrador
en tu espejo de besana
y contémplala con amor,
cuan ramos de mejorana,
olvida siempre el dolor
que de esos surcos emana.
Esa tierra ennegrecida
que surcas con tu arado
va consumiendo tu vida
con tu ropaje mojado
sin una sola guarida
en el campo desolado.
Desde que la hermosa Aurora
da la luz de un nuevo día,
en jornada agotadora,
comienza tu agonía
sin siesta reparadora
que componga tu alegría.
La tierra vas a romper,
o binar con tu arada,
dando a la vez de comer
a tu seguidora banda
con trinares por doquier
que tanto a tu oído agrada.
La Diosa de la Natura,
da bendición a los campos
con la verde primavera
que cubre de miles mantos,
verde y rojo púrpura,
de las nubes trae los llantos.
Con las mieses ya doradas
va aumentando tu agonía,
en los cielos tus miradas
van clavadas todo el día
que una nube, con tronadas,
deshacértelas podría.
Bien ganado tienes tu pan
empapado de sudores
que tus trigales traerán
con cantos de ruiseñores
que a las espigas darán
los sufridos segadores.
MI CUNA
Es llana, extrema y dura,
con milenarios cordeles,
mal comprendida y sincera,
embozada en tomillares.
Sonriente, aunque humillada,
cual narciso en primavera
o amapola sonrojada
en tamuja gatunera.
Mitad morisca y romana,
mezcla de sangre valiente,
de altos jarales llena
con olor a pan reciente.
De ambiciosos mercaderes
mi cuna es la más pisada
luciendo finos corceles
por sus rutas y cañadas.
Así es mi Extremadura,
quejumbrosa y altanera,
muy lúcida y muy oscura,
muy tórrida y pantanera.
Con míseras hurdaneras
y riquísimos verales
con sus tupidas choperas
y robustos encinares.
¡Extremadura!
Tierra de descubridores,
luchadores y valientes,
de honrados trabajadores
y sufridos emigrantes.
Es tan profunda tu pena
y tan grande tu alegría
que con tu Virgen Morena
clama al mundo tu agonía.
¡No llores Extremadura!
¡Rosa de finos olores!
¡Del mundo dueña y señora!
¡Tierra de conquistadores!
LOS TESOROS DE LA ZARZA
Tiene la alta Extremadura
por montera una llanura,
en medio luce una villa,
con serranos que la ventean,
dos ríos que la rodean
y es Zarza de Granadilla.
Es un pueblo delicioso,
¡Muy bonito! Tan hermoso,
que con razón Dios hiciera
orgullo de Extremadura,
que por su gloria pura,
conocerá España entera.
Es Zarza de Granadilla,
fuente de gran maravilla
que tiene su gran tesoro
y nadie supo contar,
y al no poder yo olvidar,
con él aquí te decoro.
Son tus tierras tan bonitas,
cuajadas de margaritas,
cual sábana fuera.
La Madre Naturaleza
te da tanta belleza
allá por la primavera.
Tus mujeres son hermosas,
como ramos de rosas
que marchitar no quisieras,
tienen la tez trigueña
de bizarría Extremeña
y el garbo que Dios les diera.
Famoso es tu pimentón
y fiesta de tu patrón,
aquí y en el mundo entero,
se nota al paladear
siempre, todo buen yantar,
si lo usó su cocinero.
Tesoros incalculables
son tus grandes tabacales
con tus esperanzas puestas
en ese color dorado
de oro bien mezclado
que crías en tus huertas.
Tienes joyas y brillantes,
las que muchos siglos antes
luciera la Goda España,
y que un buen hortelano,
con su encallecida mano,
te arrancó de tu entraña.
Mucho te debe alegrar
que el mundo pueda admirar
tu oro, rindiéndote con creces,
en tu Museo Regional,
de Cáceres, capital,
los honores que mereces.
Con tus hombres tan fornidos
y de pechos tan henchidos
de orgullo en tantas bregas,
luces tu mejor tesoro
arrancando todo el oro
que crías en tus vegas.
Yo nací en esa Zarza
que tan gloriosa se alza
tendiendo su blanca mano
a gentes de todas tierras,
de los llanos y las sierras,
que visiten a su Llano.
De ese Llano, un día,
con pena y alegría
su gran vuelo levantara
este que tu tierra besa
haciéndose la promesa
que tus glorias ensalzara.
En la tierra es mal nacido
aquel que, habiendo podido,
a su pueblo no ensalza,
si yo no lo hice con tigo
dame mi justo castigo,
noble pueblo de la Zarza.
¡Mi Señor! Y así se cumplió
vuestro antiguo deseo,
que buen resultado les dio
contra el hambre ¡Ya lo creo!
Ahora, con esas naciones
del nuevo Mercado Común
y todas sus restricciones,
no ven ninguna solución.
No pueden sembrar trigales,
ni tampoco pueden arar;
el gasóleo de sus tractores,
ni siquiera pueden pagar.
Pecan con sus tabacales,
desaparecen los huertos
y también los pimentales.
¿Habrá mayores tormentos?
Si las subvenciones quitan,
los subsidios les retiran,
las hambrunas les marchitan
¿A qué puerta llamarán?
Pensad Vos, en soluciones,
que yo remedio no tengo,
que pierden sus ilusiones
mientras sus hambres retengo.
*****
Haremos otro intento.
Alegrémosles sus vidas.
Remediemos su sustento
y curemos sus heridas.
Nuevo AVE les mandaré,
que ya vienen deseando,
grandes pistas les haré
para que crucen volando.
Las industrias a raudales,
de todas esas naciones
me encargo de traerles
con ayudas Oficiales.
Grandes rutas de turismo
y playas artificiales
Invitando consumismo,
paradores y hoteles
Con grandes cotos de caza
y reservas Naturales
harán su primera baza
turistas internacionales.
Turismo, es su solución,
Europa puede mandarles,
no desprecien la ocasión.
Portugal quiere pisarles.
Las segundas residencias
de las grandes capitales
son muy buenas sugerencias
que proporcionan caudales.
Diles que tengan paciencia
y que nunca pierdan la fe,
que toda mi experiencia,
en sus manos, yo les pondré,
*****
Campesinos extremeños,
luchadores a conciencia,
no consintáis más engaños,
hambruna ni penitencia.
No aguantéis más cacicadas,
defended vuestras hombrías
y vuestras razones pisadas
al paso de vuestras vidas.
Con vuestras humillaciones
la gloria tenéis ganada.
No os hagáis ilusiones
que, del cielo, no caerá nada.
MI GUITARRA
¿Por qué murmuras guitarra
si tu acorde ya mal suena?
¿No ves que mi alma desgarra
el lamento de tu pena?.
Siendo juncal y exquisita,
de mejilla sonrosada,
tan graciosa y tan bonita,
con la piel terciopelada.
Con andares de duquesa,
larga y negra cabellera
que tu mejilla te besa.
¿Por qué murmuras guitarra?
Si mis dedos no te halagan,
mis brazos te marchitan,
tu hermosura te queman
y tu dulzura te quitan.
Lleva a mi tumba una flor
que mi vida se apaga,
ya no aguanto el dolor
que me ha causado tu daga.
¿Por qué?
¿Por qué murmuras?
¿Por qué?
¿Por qué murmuras guitarra?
EL MONUMENTO
¿No recuerdas, palomita,
cuando tú sentadita
al tenue resplandor,
en aquella mesa esferal,
en tiempo primaveral.
Este humilde servidor.
Que acercándose a tu vera
tantas veces te pidiera
que le hicieras el honor
de ceñir tu cintura
y sentir la mordedura
del dulce y puro amor?
Puede que aburrida,
más que convencida,
levantaste tu figura
la que con mi firme brazo
presto forcé el lazo
recreando tu hermosura.
Fue tan grande aquel momento
que fundamos el monumento
de nuestra felicidad,
y por tormentas que pasen
no habrá rayos que lo rasguen
en toda la eternidad.
AL LABRADOR
Mírate buen labrador
en tu espejo de besana
y contémplala con amor,
cuan ramos de mejorana,
olvida siempre el dolor
que de esos surcos emana.
Esa tierra ennegrecida
que surcas con tu arado
va consumiendo tu vida
con tu ropaje mojado
sin una sola guarida
en el campo desolado.
Desde que la hermosa Aurora
da la luz de un nuevo día,
en jornada agotadora,
comienza tu agonía
sin siesta reparadora
que componga tu alegría.
La tierra vas a romper,
o binar con tu arada,
dando a la vez de comer
a tu seguidora banda
con trinares por doquier
que tanto a tu oído agrada.
La Diosa de la Natura,
da bendición a los campos
con la verde primavera
que cubre de miles mantos,
verde y rojo púrpura,
de las nubes trae los llantos.
Con las mieses ya doradas
va aumentando tu agonía,
en los cielos tus miradas
van clavadas todo el día
que una nube, con tronadas,
deshacértelas podría.
Bien ganado tienes tu pan
empapado de sudores
que tus trigales traerán
con cantos de ruiseñores
que a las espigas darán
los sufridos segadores.
MI CUNA
Es llana, extrema y dura,
con milenarios cordeles,
mal comprendida y sincera,
embozada en tomillares.
Sonriente, aunque humillada,
cual narciso en primavera
o amapola sonrojada
en tamuja gatunera.
Mitad morisca y romana,
mezcla de sangre valiente,
de altos jarales llena
con olor a pan reciente.
De ambiciosos mercaderes
mi cuna es la más pisada
luciendo finos corceles
por sus rutas y cañadas.
Así es mi Extremadura,
quejumbrosa y altanera,
muy lúcida y muy oscura,
muy tórrida y pantanera.
Con míseras hurdaneras
y riquísimos verales
con sus tupidas choperas
y robustos encinares.
¡Extremadura!
Tierra de descubridores,
luchadores y valientes,
de honrados trabajadores
y sufridos emigrantes.
Es tan profunda tu pena
y tan grande tu alegría
que con tu Virgen Morena
clama al mundo tu agonía.
¡No llores Extremadura!
¡Rosa de finos olores!
¡Del mundo dueña y señora!
¡Tierra de conquistadores!
LOS TESOROS DE LA ZARZA
Tiene la alta Extremadura
por montera una llanura,
en medio luce una villa,
con serranos que la ventean,
dos ríos que la rodean
y es Zarza de Granadilla.
Es un pueblo delicioso,
¡Muy bonito! Tan hermoso,
que con razón Dios hiciera
orgullo de Extremadura,
que por su gloria pura,
conocerá España entera.
Es Zarza de Granadilla,
fuente de gran maravilla
que tiene su gran tesoro
y nadie supo contar,
y al no poder yo olvidar,
con él aquí te decoro.
Son tus tierras tan bonitas,
cuajadas de margaritas,
cual sábana fuera.
La Madre Naturaleza
te da tanta belleza
allá por la primavera.
Tus mujeres son hermosas,
como ramos de rosas
que marchitar no quisieras,
tienen la tez trigueña
de bizarría Extremeña
y el garbo que Dios les diera.
Famoso es tu pimentón
y fiesta de tu patrón,
aquí y en el mundo entero,
se nota al paladear
siempre, todo buen yantar,
si lo usó su cocinero.
Tesoros incalculables
son tus grandes tabacales
con tus esperanzas puestas
en ese color dorado
de oro bien mezclado
que crías en tus huertas.
Tienes joyas y brillantes,
las que muchos siglos antes
luciera la Goda España,
y que un buen hortelano,
con su encallecida mano,
te arrancó de tu entraña.
Mucho te debe alegrar
que el mundo pueda admirar
tu oro, rindiéndote con creces,
en tu Museo Regional,
de Cáceres, capital,
los honores que mereces.
Con tus hombres tan fornidos
y de pechos tan henchidos
de orgullo en tantas bregas,
luces tu mejor tesoro
arrancando todo el oro
que crías en tus vegas.
Yo nací en esa Zarza
que tan gloriosa se alza
tendiendo su blanca mano
a gentes de todas tierras,
de los llanos y las sierras,
que visiten a su Llano.
De ese Llano, un día,
con pena y alegría
su gran vuelo levantara
este que tu tierra besa
haciéndose la promesa
que tus glorias ensalzara.
En la tierra es mal nacido
aquel que, habiendo podido,
a su pueblo no ensalza,
si yo no lo hice con tigo
dame mi justo castigo,
noble pueblo de la Zarza.
CONTINUARÁ
CANTO A MI PUEBLO
(Pasodoble Cañí)
Cuando yo canto a mi pueblo
de Zarza de Granadilla,
a mi corazón consuelo
zarceña. ¡Que maravilla!
Es Zarza de Granadilla,
tierra de cultivadores
de bravura con semilla,
de bravura con semilla,
de los mejores lugares.
De la sabia Salamanca
y de la verde Castilla,
sales tú ¡Mi rosa blanca!.
sales tú ¡Mi rosa blanca!.
Zarcita de Granadilla.
(Pasodoble Cañí)
Cuando yo canto a mi pueblo
de Zarza de Granadilla,
a mi corazón consuelo
zarceña. ¡Que maravilla!
Es Zarza de Granadilla,
tierra de cultivadores
de bravura con semilla,
de bravura con semilla,
de los mejores lugares.
De la sabia Salamanca
y de la verde Castilla,
sales tú ¡Mi rosa blanca!.
sales tú ¡Mi rosa blanca!.
Zarcita de Granadilla.
Por lo mucho que te quiero,
tú serás mi pesadilla,
yo por ti muero y muero
¡Mi Zarza de Granadilla!
Que por ti muero y muero
¡Zarcita de Granadilla!.
HIEDRA
Te conocí en primavera,
capullito de alhelí
y, cual hiedra enredadera,
me enzarzaste junto a ti.
Cuando yo te conocí
se estremeció el firmamento,
la luna se fijó en ti
y paró su movimiento.
Esa miel de tu boquita,
que de tus labios cogí,
todas las penas me quita
cada vez que pienso en ti.
HUELLAS DEL TIEMPO
¡Envuélveme la soledad
en su temible desierto!
¡Ahuyénteseme la maldad!
Un trozo de mí ha muerto
y descansa en la Eternidad.
Sobre el mundo que vi y sueño,
Madrid y la Piel de Toro,
sobre ese pueblo zarceño,
querido del mundo entero
por su acento extremeño.
Cabalgan mis sentimientos
sobre potros desbocados
por los senderos desiertos,
polvorientos, desolados
y en llamaradas envueltos.
Tristes como nubarrones
oscuros y amenazantes,
cruzados de serpentines,
temerosos, detonante
y empapados chaparrones.
Azotados por los vientos
galopantes y temidos,
amenazantes e inquieto,
fatales, huracanados,
de ensordecidos lamentos.
Tan fríos como escarchados,
cuan amanecer de invierno
sobre cielos despejados,
helado retoño tierno
y embalses encristalados.
Esponjosos y deslumbrantes,
cual bosques nevados fueran,
con los copítos danzantes
que entre tallos balancean
los ramajes chirriantes.
De árboles deshojados
por el paso de los tiempos,
arrugados y torcidos,
des entrañados sus cuerpos
con corazones podridos.
Huellas del tiempo imborrable,
destino a ninguna parte,
por sendero incansable
entre la vida y la muerte
con pasos inolvidables.
Envueltas en su soledad,
cual voz en los desiertos,
entre las dunas de maldad
con todos sus gozos muertos
por toda la eternidad.
Tan solo existe un camino,
entre la vida y la muerte,
sobre el hilo del destino,
el péndulo de la suerte
y la corona de espino.
Aunque mucho lo intentares,
salir de él nunca podrás,
no habrá tierras, ni habrá mares,
ni descanso encontrarás
por mucho que lo buscares.
SAN RAMÓN
Atención chichirivejas,
poltroneros, cachazu´os,
ajiguerás, quisquillejas,
mojigones, retoñu´os.
Zagales y chirrinines,
Tallu´os y cazuelillas,
lirondos y melindrines
de Zarza de Granadilla.
Y tó el forasterío
que a brincal en esta plaza,
desde mú lejo ha veni´o
pá retozal y meter baza.
Tener to´s mú presente
que aquí nos arrejuntamos,
como jace la buena gente
que pa´ecen to´s jermanos.
tú serás mi pesadilla,
yo por ti muero y muero
¡Mi Zarza de Granadilla!
Que por ti muero y muero
¡Zarcita de Granadilla!.
HIEDRA
Te conocí en primavera,
capullito de alhelí
y, cual hiedra enredadera,
me enzarzaste junto a ti.
Cuando yo te conocí
se estremeció el firmamento,
la luna se fijó en ti
y paró su movimiento.
Esa miel de tu boquita,
que de tus labios cogí,
todas las penas me quita
cada vez que pienso en ti.
HUELLAS DEL TIEMPO
¡Envuélveme la soledad
en su temible desierto!
¡Ahuyénteseme la maldad!
Un trozo de mí ha muerto
y descansa en la Eternidad.
Sobre el mundo que vi y sueño,
Madrid y la Piel de Toro,
sobre ese pueblo zarceño,
querido del mundo entero
por su acento extremeño.
Cabalgan mis sentimientos
sobre potros desbocados
por los senderos desiertos,
polvorientos, desolados
y en llamaradas envueltos.
Tristes como nubarrones
oscuros y amenazantes,
cruzados de serpentines,
temerosos, detonante
y empapados chaparrones.
Azotados por los vientos
galopantes y temidos,
amenazantes e inquieto,
fatales, huracanados,
de ensordecidos lamentos.
Tan fríos como escarchados,
cuan amanecer de invierno
sobre cielos despejados,
helado retoño tierno
y embalses encristalados.
Esponjosos y deslumbrantes,
cual bosques nevados fueran,
con los copítos danzantes
que entre tallos balancean
los ramajes chirriantes.
De árboles deshojados
por el paso de los tiempos,
arrugados y torcidos,
des entrañados sus cuerpos
con corazones podridos.
Huellas del tiempo imborrable,
destino a ninguna parte,
por sendero incansable
entre la vida y la muerte
con pasos inolvidables.
Envueltas en su soledad,
cual voz en los desiertos,
entre las dunas de maldad
con todos sus gozos muertos
por toda la eternidad.
Tan solo existe un camino,
entre la vida y la muerte,
sobre el hilo del destino,
el péndulo de la suerte
y la corona de espino.
Aunque mucho lo intentares,
salir de él nunca podrás,
no habrá tierras, ni habrá mares,
ni descanso encontrarás
por mucho que lo buscares.
SAN RAMÓN
Atención chichirivejas,
poltroneros, cachazu´os,
ajiguerás, quisquillejas,
mojigones, retoñu´os.
Zagales y chirrinines,
Tallu´os y cazuelillas,
lirondos y melindrines
de Zarza de Granadilla.
Y tó el forasterío
que a brincal en esta plaza,
desde mú lejo ha veni´o
pá retozal y meter baza.
Tener to´s mú presente
que aquí nos arrejuntamos,
como jace la buena gente
que pa´ecen to´s jermanos.
Po´eis jacer golgorito
y retozal a pielna suelta,
pero tenel cui´aito
de no jeringal la fiesta.
No retocéis en la carretera,
que la tenemos cortá,
pá jacel la nuestra carrera
que mos gusta... ¡Casi ná!
Aluego, por la mañana,
con mucho orden y en chitón,
cuando toque la campana,
to´s a la proseción.
Que llegó otro año más
el nonato San Ramón,
y no olvi´eis jamás
que es nuestro Santo Patrón.
Y naide sos va a comer
porque a misa sos vayáis,
que tiempo tendréis pa´ correr
y pa´ tó lo que queráis.
y retozal a pielna suelta,
pero tenel cui´aito
de no jeringal la fiesta.
No retocéis en la carretera,
que la tenemos cortá,
pá jacel la nuestra carrera
que mos gusta... ¡Casi ná!
Aluego, por la mañana,
con mucho orden y en chitón,
cuando toque la campana,
to´s a la proseción.
Que llegó otro año más
el nonato San Ramón,
y no olvi´eis jamás
que es nuestro Santo Patrón.
Y naide sos va a comer
porque a misa sos vayáis,
que tiempo tendréis pa´ correr
y pa´ tó lo que queráis.
SUEÑO DE UN EMIGRANTE
¡Hay mi bella Extremadura!
Con tu casta y tu figura
me arrancas el corazón;
cuanto más de ti me ausento
más extremeño me siento.
¿Será mi orgullo o ilusión?
Todo el mundo conquistaste
luciendo tu estandarte
y consiguiendo tus empeños
de que tus hijos errantes
sean dignos emigrantes,
españoles y extremeños.
Tienes tanta nobleza
que, a pesar de tu pobreza,
tus males remediar quieres
con tu orgullo regional
y la ayuda nacional
acallar tu llanto quieres.
Tus hijos aquí volverán
y grande a ti te harán,
te traerán experiencias,
sabiduría y dinero;
siempre fueron los primeros
en el arado y las ciencias.
Reverdecerán tus laureles
y correrán los lebreles
por tus campos bien regados,
ondearán las espigas
para el pan de buenas migas
y acabarán los parados.
GRANADILLA
¡Granadilla!. ¡Granadilla!
Cuantas glorias imperiales
a los pies de los murales
del cadáver de tu villa.
En tus campos de batallas,
guerreros que hidalgos fueron,
sus armas allí midieron
defendiendo tus murallas.
En tu castillo medieval,
desde su más alta almena,
fuiste vigilante eterna
de tu enemigo mortal.
Medieval tú siempre fuiste,
con tus glorias y batallas,
tus laureles y medallas,
luz eléctrica no viste.
Con la tizona en la mano
tu gran batalla perdiste
e impedirles no pudiste
que te hicieran un pantano.
Y sitiaran tus murallas,
tus héroes se rindieron
y arrinconados fueron.
Tú sufres su pena y callas.
Ya, medio siglo después,
no queda un solo extremeño
que no acaricie el empeño
de verte de nuevo en pie.
INVIERNO
Invierno de mis pesares,
caudales de sentimientos,
torbellino de los mares,
nublados de pensamientos
y montañas de temores.
Copitos de nieve y viento
que ahuyentan todas las musas,
cascada de mi tormento,
a ti no valen excusas,
ni sientes remordimiento.
La Diosa del pensamiento
es sepulcro de ilusiones,
al dar rienda suelta al viento
atenaza mis prisiones
y nubla el conocimiento.
Cuando desnudas el cielo,
tiritan las estrellas,
cubres las aguas de hielo
y la luna mira en ellas
al pobre con desconsuelo.
Encapotando los cielos,
que rápido los empreñas,
corres de nuevo tus velos
y de las nubes ordeñas
las aguas, cuan caramelos.
Que a paladares agradan,
de rosales enojados
que sus alfileres clavan
y de árboles deshojados
que por sus tallos resbalan.
El río se ha recrecido
y la montaña blanquea,
el jilguero ha enmudecido
y el viejo chopo cimbrea
su esqueleto humedecido.
Ya no canta el ruiseñor,
ni el mirlo entre los zarzales,
ni tararea el pastor,
ni lamerá los enjambres
los pétalos de la flor
ESTREMERA
¡Estremera, Estremera!Con aires de grandeza,
alza tu noble cabeza,
que aunque seas la postrera
de tu madrileña región
tu estrella al corazón
lleva su púrpura bandera.
Junto a tu amante Toledo,
de la Mancha de Castilla,
a ti nadie te humilla
y tienes muerta de celos
a Cuenca y Guadalajara,
que la raya que os separa,
pasarela es de tus modelos.
Madre de ese natural tesoro
que es tu gran río Tajo,
que en sus aguas más abajo
tiene los Chorros del Oro.
Done el pensamiento se encabrita
y mi pluma al viento grita
tu gran valor ensalzado.
Con la hermosura de tus mujeres
de alegrías tan radiantes,
cuan zafiros y brillantes,
paréceme a mí que quieres
deslumbrar la Naturaleza,
pues no cabe más belleza
del monumento que eres.
EL NIÑO DE ESTREMERA
Se equivocó quien dijera:
“Nadie en su tierra es profeta”.
Porque el Niño de Estremera,
con capa, estoque y muleta,
a su pueblo engrandeciera.
Aunque redondo no fuera
el anillo de la plaza
de la pequeña Estremera,
de orgullo, cual Maestranza,
vibró de gloria torera.
A las cinco de la tarde,
vestido de grana y oro,
con los timbales acorde,
nos dio la tarde de toro
más dulce que yo recuerde.
Da comienzo el paseíllo
con la plaza abarrotada
de público en el anillo
que, bailando charangada,
allí esperaba al novillo.
Cuando aparece la fiera
por la puerta de chiquero
solo en la plaza le espera
en compases de ¡torero!
¡Torero de Estremera!
Se enarbola aquel capote,
cual frasco de esencias fuera,
con verónica y molinete,
que nadie olvidar quisiera
la gracia de aquesta suerte.
Se lo ciñe a la cintura,
pases por abajo y arriba,
de rodillas ¡Qué locura!
No hay suerte que no consiga
con gracia, gusto y finura.
Tiene estilo el mozalbete
y corazón en la faena,
con el vuelo del capote
le va peinando la arena
a los ¡Ole!,dé su gente
¡Oscar, torero, torero!
Le gritaban sus paisanos.
¡A por él! ¡Cuadra primero!
Los pañuelos en las manos
van animando al torero.
Y encomendado a su suerte,
de un estocazo en lo alto,
al toro diole la muerte,
los pañuelos al viento
le reclaman al Presidente.
Aquellos trofeos mayores
para el que así torea y mata,
que en tauromaquia conoces,
y te dio hasta la pata
porque bien te lo mereces.
A sus hombros, tus paisanos,
que mil aplausos te envían,
cargados de miles ramos
que de los tendidos caían,
te llevarían muy ufanos.
Pero lo que más te gustó
fue un ramo de finas flores
que una gran dama soltó
empapadito de amores
con lágrimas que regó.
Arriba en la Presidencia,
ella mirar no quería,
tu derrota en su presencia
su corazón partiría
abrumando su conciencia.
Y con gloria terminó
sin que corriera tu sangre
y la montera te volvió
aquella dama, tu madre,
aquella que te parió.
Pueblecito de Estremera,
así te ganas tu historia.
Aunque seas la postrera
estás rezumando gloria
y puede verlo cualquiera.
¡TIERRA MIA!
Tierra es de Extremadura,
la que mi mano quebranta,
la que en mis sueños perdura,
la que mi ceño levanta,
la que mi paz asegura..
Cuando sus ríos me enseña
sobre las grandes llanuras
y el agua, que se despeña,
por las profundas ranuras
de su elevada montaña.
Desde sus picos nevados,
donde la vista se pierde
por sus barbechos y prados,
entre el viejo encinar verde
y eriales tan desolados.
De muchos deseos llenos,
que frondosa resurgiera,
por esos inmensos llanos,
una flor de primavera
con capullitos tempranos
En valles ensabanados
por las blancas margaritas
y panitos, lunareados,
con sus flores, tan bonitas,
de pétalos azucarados.
En donde la dulce abeja,
de enjambres arracimados,
en sus patas, coge y deja,
pólenes inseminados
con augurios de riqueza.
Cuajando tus encinares,
redoblando tus graneros,
racimando tus olivares,
conservando esos tesoros
que vas perdiendo a raudales.
Eres esperanza y alegría,
ilusión que siempre dura.
Sin nadie que te sonría,
ni te ayude. ¡Extremadura!.
¡Pobre y dura, tierra mía!
LA PRIMAVERA
La golondrina ha llegado
y con ella la primavera,
la nieve ya se ha marchado
del picacho y la risquera.
El panito amarillea,
florece la margarita
y la abeja se cunea
en su blanca cabecita.
Las cigüeñas aparecen
por los campos volando
y los jilgueros enternecen
sus melodías cantando.
Con el cernir del olivo,
entre cantos de cigarras,
voy desgranando al olvido
las notas de mi guitarra.
Cuando mi guitarra suena,
entre lirios perfumados,
desaparece la pena
de cortijos y colmados.
MAR BRAVÍO
A toda proa voy surcando
los mares, a sotaventos,
y mis amores fui sembrando
por las riveras y puertos.
Cuan sueño de mil pintores,
de poetas, la inspiración,
fiel musa de soñadores,
cárcel de mi corazón.
Cuando contemplo tu cara
entre las hierbas del prado
y torrentes de agua clara
lamiendo el acantilado.
Con las blancas mariposas
a tu alrededor jugando,
confundida entre las rosas,
sus perfumes desgranando.
Por los copos salpicadas
de espumas del mar bravío,
de azules aguas saladas
en que naufraga mi navío.
En esta playa espumosa,
de blanca arena alfombrada,
y con la flor más hermosa
que por nadie fue soñada.
Aquí encontré lo que quiero,
la flor de mis pensamientos,
y a este lobo marinero
¿Qué le importan ya los vientos?
VENGANZA DE AMOR
A mis queridos lectores,
yo, aquí licencia les pido
para narrar los amores
de un noble muy conocido
que bien pagó los errores
del mal camino elegido.
*****
A tus pies, paloma herida,
este gavilán malvado,
con la garra ya partida,
suplica ser perdonado
de la ofensa cometida.
Tan grande fue mi locura
que ni pensar yo podía
que venir aquí tuviera
y de rodillas caería
ante ti, bella criatura.
Por un beso de tus labios,
precedido de un te quiero,
olvidando los agravios,
alma mía yo me muero
cual llanero solitario.
*****
Manantiales de pureza
que de tus labios brotaron,
entre alegría y tristeza,
las entrañas me arrancaron
confiando en tu pureza.
Con tu traición me pagaste
todo el bien que yo te hiciera,
de la flor que marchitaste,
ni te acordaste siquiera
que sus pétalos cortaste.
Ahora me pides perdón,
volviendo a mí arrepentido,
destrozado el corazón,
con tu orgullo ya perdido
a lomos de tu traición.
*****
Tu bien sabes, alma mía,
que por ti yo loco estaba
de lo mucho que te quería;
tanto era lo que te amaba
que jamás te olvidaría.
De rodillas clavado,
por mi perdón yo te imploro
de mi proceder pasado
mientras que con pena lloro
el daño que te he causado.
Es tanto lo que te quiero
que cuanto me pidas aré,
seré tu esclavo tu cordero,
en un altar te pondré
y verás lo que te quiero
*****
Lágrimas de cocodrilo
las que derraman tus ojos
a medida de tu estilo
para lograr tus antojos
y poderte reír tranquilo.
Mi corazón no ha curado
de tu emponzoñada herida
y con razón ha jurado
que, a lo largo de la vida,
deberá de ser vengado.
¿Dónde está tu blanca estrella?
Tan salada y marinera,
que según tú la más bella
que madre humana pariera
para fugarse con ella.
*****
La maté sin compasión,
con un puñal de dos filos
le atravesé el corazón.
Fueron amores podridos
que nublaron mi razón.
Hoy que mi culpa he pagado
tras esas malditas rejas
que el orgullo me han quitado,
entre sollozos y quejas,
me encuentro desesperado.
Envidia tengo a la luna
cuando te besa en los labios
y mis penas, una a una,
a causa de esos agravios,
me van hundiendo en la arena.
*****
Aunque el diluvio volviera
toda la tierra a inundar
y el sol ya jamás saliera
no te volvería a amar
por muy sola que me viera.
Ahora ya te toca a ti
retorcerte de dolor
y sepas lo que sufrí
solo por tu falso amor
desde que te conocí.
Recoge la hiel de la vida,
saboréala con placer,
sentirás que tu herida
no dejará de doler
en tu entraña corroída.
*****
¡Hay mi bella Extremadura!
Con tu casta y tu figura
me arrancas el corazón;
cuanto más de ti me ausento
más extremeño me siento.
¿Será mi orgullo o ilusión?
Todo el mundo conquistaste
luciendo tu estandarte
y consiguiendo tus empeños
de que tus hijos errantes
sean dignos emigrantes,
españoles y extremeños.
Tienes tanta nobleza
que, a pesar de tu pobreza,
tus males remediar quieres
con tu orgullo regional
y la ayuda nacional
acallar tu llanto quieres.
Tus hijos aquí volverán
y grande a ti te harán,
te traerán experiencias,
sabiduría y dinero;
siempre fueron los primeros
en el arado y las ciencias.
Reverdecerán tus laureles
y correrán los lebreles
por tus campos bien regados,
ondearán las espigas
para el pan de buenas migas
y acabarán los parados.
GRANADILLA
¡Granadilla!. ¡Granadilla!
Cuantas glorias imperiales
a los pies de los murales
del cadáver de tu villa.
En tus campos de batallas,
guerreros que hidalgos fueron,
sus armas allí midieron
defendiendo tus murallas.
En tu castillo medieval,
desde su más alta almena,
fuiste vigilante eterna
de tu enemigo mortal.
Medieval tú siempre fuiste,
con tus glorias y batallas,
tus laureles y medallas,
luz eléctrica no viste.
Con la tizona en la mano
tu gran batalla perdiste
e impedirles no pudiste
que te hicieran un pantano.
Y sitiaran tus murallas,
tus héroes se rindieron
y arrinconados fueron.
Tú sufres su pena y callas.
Ya, medio siglo después,
no queda un solo extremeño
que no acaricie el empeño
de verte de nuevo en pie.
INVIERNO
Invierno de mis pesares,
caudales de sentimientos,
torbellino de los mares,
nublados de pensamientos
y montañas de temores.
Copitos de nieve y viento
que ahuyentan todas las musas,
cascada de mi tormento,
a ti no valen excusas,
ni sientes remordimiento.
La Diosa del pensamiento
es sepulcro de ilusiones,
al dar rienda suelta al viento
atenaza mis prisiones
y nubla el conocimiento.
Cuando desnudas el cielo,
tiritan las estrellas,
cubres las aguas de hielo
y la luna mira en ellas
al pobre con desconsuelo.
Encapotando los cielos,
que rápido los empreñas,
corres de nuevo tus velos
y de las nubes ordeñas
las aguas, cuan caramelos.
Que a paladares agradan,
de rosales enojados
que sus alfileres clavan
y de árboles deshojados
que por sus tallos resbalan.
El río se ha recrecido
y la montaña blanquea,
el jilguero ha enmudecido
y el viejo chopo cimbrea
su esqueleto humedecido.
Ya no canta el ruiseñor,
ni el mirlo entre los zarzales,
ni tararea el pastor,
ni lamerá los enjambres
los pétalos de la flor
ESTREMERA
¡Estremera, Estremera!Con aires de grandeza,
alza tu noble cabeza,
que aunque seas la postrera
de tu madrileña región
tu estrella al corazón
lleva su púrpura bandera.
Junto a tu amante Toledo,
de la Mancha de Castilla,
a ti nadie te humilla
y tienes muerta de celos
a Cuenca y Guadalajara,
que la raya que os separa,
pasarela es de tus modelos.
Madre de ese natural tesoro
que es tu gran río Tajo,
que en sus aguas más abajo
tiene los Chorros del Oro.
Done el pensamiento se encabrita
y mi pluma al viento grita
tu gran valor ensalzado.
Con la hermosura de tus mujeres
de alegrías tan radiantes,
cuan zafiros y brillantes,
paréceme a mí que quieres
deslumbrar la Naturaleza,
pues no cabe más belleza
del monumento que eres.
EL NIÑO DE ESTREMERA
Se equivocó quien dijera:
“Nadie en su tierra es profeta”.
Porque el Niño de Estremera,
con capa, estoque y muleta,
a su pueblo engrandeciera.
Aunque redondo no fuera
el anillo de la plaza
de la pequeña Estremera,
de orgullo, cual Maestranza,
vibró de gloria torera.
A las cinco de la tarde,
vestido de grana y oro,
con los timbales acorde,
nos dio la tarde de toro
más dulce que yo recuerde.
Da comienzo el paseíllo
con la plaza abarrotada
de público en el anillo
que, bailando charangada,
allí esperaba al novillo.
Cuando aparece la fiera
por la puerta de chiquero
solo en la plaza le espera
en compases de ¡torero!
¡Torero de Estremera!
Se enarbola aquel capote,
cual frasco de esencias fuera,
con verónica y molinete,
que nadie olvidar quisiera
la gracia de aquesta suerte.
Se lo ciñe a la cintura,
pases por abajo y arriba,
de rodillas ¡Qué locura!
No hay suerte que no consiga
con gracia, gusto y finura.
Tiene estilo el mozalbete
y corazón en la faena,
con el vuelo del capote
le va peinando la arena
a los ¡Ole!,dé su gente
¡Oscar, torero, torero!
Le gritaban sus paisanos.
¡A por él! ¡Cuadra primero!
Los pañuelos en las manos
van animando al torero.
Y encomendado a su suerte,
de un estocazo en lo alto,
al toro diole la muerte,
los pañuelos al viento
le reclaman al Presidente.
Aquellos trofeos mayores
para el que así torea y mata,
que en tauromaquia conoces,
y te dio hasta la pata
porque bien te lo mereces.
A sus hombros, tus paisanos,
que mil aplausos te envían,
cargados de miles ramos
que de los tendidos caían,
te llevarían muy ufanos.
Pero lo que más te gustó
fue un ramo de finas flores
que una gran dama soltó
empapadito de amores
con lágrimas que regó.
Arriba en la Presidencia,
ella mirar no quería,
tu derrota en su presencia
su corazón partiría
abrumando su conciencia.
Y con gloria terminó
sin que corriera tu sangre
y la montera te volvió
aquella dama, tu madre,
aquella que te parió.
Pueblecito de Estremera,
así te ganas tu historia.
Aunque seas la postrera
estás rezumando gloria
y puede verlo cualquiera.
¡TIERRA MIA!
Tierra es de Extremadura,
la que mi mano quebranta,
la que en mis sueños perdura,
la que mi ceño levanta,
la que mi paz asegura..
Cuando sus ríos me enseña
sobre las grandes llanuras
y el agua, que se despeña,
por las profundas ranuras
de su elevada montaña.
Desde sus picos nevados,
donde la vista se pierde
por sus barbechos y prados,
entre el viejo encinar verde
y eriales tan desolados.
De muchos deseos llenos,
que frondosa resurgiera,
por esos inmensos llanos,
una flor de primavera
con capullitos tempranos
En valles ensabanados
por las blancas margaritas
y panitos, lunareados,
con sus flores, tan bonitas,
de pétalos azucarados.
En donde la dulce abeja,
de enjambres arracimados,
en sus patas, coge y deja,
pólenes inseminados
con augurios de riqueza.
Cuajando tus encinares,
redoblando tus graneros,
racimando tus olivares,
conservando esos tesoros
que vas perdiendo a raudales.
Eres esperanza y alegría,
ilusión que siempre dura.
Sin nadie que te sonría,
ni te ayude. ¡Extremadura!.
¡Pobre y dura, tierra mía!
LA PRIMAVERA
La golondrina ha llegado
y con ella la primavera,
la nieve ya se ha marchado
del picacho y la risquera.
El panito amarillea,
florece la margarita
y la abeja se cunea
en su blanca cabecita.
Las cigüeñas aparecen
por los campos volando
y los jilgueros enternecen
sus melodías cantando.
Con el cernir del olivo,
entre cantos de cigarras,
voy desgranando al olvido
las notas de mi guitarra.
Cuando mi guitarra suena,
entre lirios perfumados,
desaparece la pena
de cortijos y colmados.
MAR BRAVÍO
A toda proa voy surcando
los mares, a sotaventos,
y mis amores fui sembrando
por las riveras y puertos.
Cuan sueño de mil pintores,
de poetas, la inspiración,
fiel musa de soñadores,
cárcel de mi corazón.
Cuando contemplo tu cara
entre las hierbas del prado
y torrentes de agua clara
lamiendo el acantilado.
Con las blancas mariposas
a tu alrededor jugando,
confundida entre las rosas,
sus perfumes desgranando.
Por los copos salpicadas
de espumas del mar bravío,
de azules aguas saladas
en que naufraga mi navío.
En esta playa espumosa,
de blanca arena alfombrada,
y con la flor más hermosa
que por nadie fue soñada.
Aquí encontré lo que quiero,
la flor de mis pensamientos,
y a este lobo marinero
¿Qué le importan ya los vientos?
VENGANZA DE AMOR
A mis queridos lectores,
yo, aquí licencia les pido
para narrar los amores
de un noble muy conocido
que bien pagó los errores
del mal camino elegido.
*****
A tus pies, paloma herida,
este gavilán malvado,
con la garra ya partida,
suplica ser perdonado
de la ofensa cometida.
Tan grande fue mi locura
que ni pensar yo podía
que venir aquí tuviera
y de rodillas caería
ante ti, bella criatura.
Por un beso de tus labios,
precedido de un te quiero,
olvidando los agravios,
alma mía yo me muero
cual llanero solitario.
*****
Manantiales de pureza
que de tus labios brotaron,
entre alegría y tristeza,
las entrañas me arrancaron
confiando en tu pureza.
Con tu traición me pagaste
todo el bien que yo te hiciera,
de la flor que marchitaste,
ni te acordaste siquiera
que sus pétalos cortaste.
Ahora me pides perdón,
volviendo a mí arrepentido,
destrozado el corazón,
con tu orgullo ya perdido
a lomos de tu traición.
*****
Tu bien sabes, alma mía,
que por ti yo loco estaba
de lo mucho que te quería;
tanto era lo que te amaba
que jamás te olvidaría.
De rodillas clavado,
por mi perdón yo te imploro
de mi proceder pasado
mientras que con pena lloro
el daño que te he causado.
Es tanto lo que te quiero
que cuanto me pidas aré,
seré tu esclavo tu cordero,
en un altar te pondré
y verás lo que te quiero
*****
Lágrimas de cocodrilo
las que derraman tus ojos
a medida de tu estilo
para lograr tus antojos
y poderte reír tranquilo.
Mi corazón no ha curado
de tu emponzoñada herida
y con razón ha jurado
que, a lo largo de la vida,
deberá de ser vengado.
¿Dónde está tu blanca estrella?
Tan salada y marinera,
que según tú la más bella
que madre humana pariera
para fugarse con ella.
*****
La maté sin compasión,
con un puñal de dos filos
le atravesé el corazón.
Fueron amores podridos
que nublaron mi razón.
Hoy que mi culpa he pagado
tras esas malditas rejas
que el orgullo me han quitado,
entre sollozos y quejas,
me encuentro desesperado.
Envidia tengo a la luna
cuando te besa en los labios
y mis penas, una a una,
a causa de esos agravios,
me van hundiendo en la arena.
*****
Aunque el diluvio volviera
toda la tierra a inundar
y el sol ya jamás saliera
no te volvería a amar
por muy sola que me viera.
Ahora ya te toca a ti
retorcerte de dolor
y sepas lo que sufrí
solo por tu falso amor
desde que te conocí.
Recoge la hiel de la vida,
saboréala con placer,
sentirás que tu herida
no dejará de doler
en tu entraña corroída.
*****
Son dardos envenenados,
tus sentenciosas palabras,
contra ciervo anonadado
que, cual presa fácil, cobras
y dejas despellejado.
Siendo por ti despreciado
¡Qué me puede ya importar!
Mi existencia ha terminado
y mi fin está al llegar
con este puñal clavado.
Mi pecho ya ha enrojecido
y los labios se me secan,
mi garganta se ha encogido
y mis ojos ya se cierran
sin tu perdón conseguido.
*****
¡Maldito mi corazón!,
que consentir has podio
esta cruel inmolación
sin haberle concedido
su, tan ansiado perdón.
Horrible ha sido mi venganza,
horribles fueron mis celos,
ya se acabó mi esperanza,
para mí ya no hay consuelos
la muerte baila su danza.
Mi sangre nos ha empapado
y juntas manchan la tierra.
Con tu puñal me he matado,
después de esta vida perra,
pronto te habré alcanzado.
Y caminito del cielo
los dos juntos cantaremos
las penas y el desconsuelo
con la que ya terminamos
en nuestro terrible duelo.
FANTASÍA
Los sueño son fantasía
de aquella ilusión dormida
que da pavor o alegría
al paso de nuestra vida.
A ciegas caminando
por esta senda dorada
de ese cielo iluminado
con nuestra luna plateada.
Entre nubes de algodones
y las fugaces centellas
cabalgan nuestras pasiones
cuan ramilletes de estrellas.
Soñando ya estar despierto
entre tomillos morados,
tulipanes abiertos,
limoneros y granados.
Entre camelias doradas
y varitas de bambú,
con las guirnaldas colgadas,
allí apareciste tú.
Como una rosa de té,
amarilla y perfumada,
que para mí te corté
y deposité en mi almohada.
Que despertares más tristes
cuando allí no te encontré,
sin un solo adiós te fuiste,
mi adorable flor de té.
Ahora ya, yo siempre sueño
con lo que aquel día soñé...
Que solo yo fuera el dueño
de aquella rosa de té.
ALCALDE TIERNO
Desde la Diosa Cibeles,
con triste melancolía,
adiós, Madrid le decía
al mejor de sus ediles.
Su alma que de paz goza,
al infinito subía,
al tiempo que recibía
postrado en su carroza.
Cual mejor de los mortales
con tanta sabiduría,
honores que merecía
de sus queridos Madriles.
FLOR DE MI PENSAMIENTO
Cuantas veces me pregunto,
estando a tu lado junto.
¿Cómo llegué a conocerte?
Serían nuestros destinos,
mi correr por los caminos
o el destino de mi suerte.
Con esa tez trigueña,
esa nariz aguileña,
con tu hermosura y encanto,
cual diosa eterna fueras
que cariño a mí me dieras
cubriéndome con tu manto.
Que profundo y que certero,
con amor tan verdadero
sería aquel flechazo cruzado
que ni la hiel emanada
de esta vida emponzoñada
nunca nos ha separado.
Tu, chulapa y fiel madrileña,
sigue echando leña
a la hoguera de nuestro amor,
que en el amor y cariño
no debe haber engaño,
aburrimiento ni temor.
Si es amor mi vivir
nada podrá destruir
mi encanto y sentimiento.
Porque es amor verdadero.
Porque mucho, yo te quiero,
Flor de mi pensamiento.
ADIÓS A TIERNO GALVÁN
Desde el Bravo bulevar,
los que allí testigos fueron,
al ver tu vida acabar
fuertes aplausos te dieron.
Con un arcángel al lado
en tu terrible agonía
dejas Madrid enlutado
y al infinito te guía.
Por espacios siderales,
estrellas que vienen y van,
en corros angelicales
llevan a Tierno Galván.
Alcalde de los madriles
que con su sabiduría
a los grupos juveniles
poco a poco se atraía.
Aquí quedan tus patitos
en el limpio Manzanares,
cuajado de pececitos
que sembraste a millares.
ADIÓS A SOL
Plaza del Supositorio,
entre cirios de neón.
Sartenes del Purgatorio.
Valle de Consolación.
Como así te bautizaron
tus sufridos madrileños,
que a Barranco aguantaron
con sus caprichos y sueños.
Al oso con su madroño
a un rincón se llevó
y a nuestra “Manca del Moño”
en su lugar colocó.
Las protestas no dolieron
ni a Barranco ni a Leguina,
que tan solo concedieron
algunas Isabelinas.
Pero, allá, desde otro mundo,
quien Madrid bien gobernó,
doliéndose en lo más hondo,
con su caballo volvió.
Luciéndose en sus blasones
por nuestra Puerta del Sol,
despertándole ilusiones
a todo el pueblo español.
Que sueña reconquistada
esa insignia madrileña
de célebres campanadas
en las fiestas navideñas.
Con su torre ya inclinada
por el peso de su reloj
o el motín de su fachada
de aquel famoso “Día Dos”.
O quizás por los tormentos,
que sus entrañas pudriera
a causa de los lamentos
que, recordar no quisiera.
Fuiste tú Carlos III,
el alcalde madrileño
de gobierno más certero
que pusiera más empeño.
En a Madrid defender
de golfos y porquería.
Vuelve tu espada a coger
y limpia esta algarabía.
De chorizos y mangano,
chocolate y papelina,
que tanto inquieta a Manzano
e intranquiliza a Leguina.
Que tu ecuestre monumento
no sirva de estercolero
con repugnante excremento
de pájaro palomero.
Cual en tu España lo hicieras
brille nuestra Puerta del Sol,
y orgullo de razas fuera
cuan Valle de Paz Español.
AUTONOMÍA MADRILEÑA
En su centro tiene España,
Región con Autonomía,
ella que a nadie extraña,
por adopción es la mía.
Llegados de toda España
a tu noble corazón,
en bien esgrimida hazaña,
a ti te hicieron región.
De marzo, el primer día,
de aquellos ochenta y tres,
tu bandera hondearía
al cielo por primera vez.
Con tu sangre en la bandera,
sin tu oso madrileño,
con siete estrellas viniera
del cielo con gran empeño.
Con todas tus maravillas,
tan pequeña te has quedado,
por tus vecinas Castillas
que solita te han dejado.
Pero “Pichi”, tu serás
con dos castillos a tus pies,
la corona lucirás
desde Sol y Lavapiés.
VERDAD EXTREMEÑA
Que grande fue Extrema´ura
cuando sus fieros salieron
pa´ América y su llanura
y a bautizal indios fueron.
*****
Sí. Algunos bautizaron,
a otros pal´ pelo le dieron,
y d´allí pacá lo jecharon
en cuantito que pudieron.
To´a la piel se me engurruña.
Preguntándome ¡Mi´a tu!
Recomiéndome la´ juña.
¿Que tenemos en Perú?--
*****
To´ lo guipas mal, compadre.
Mira la Reina Isabel.
De América no jizo madre.
¿Que má jonrra pue´ cabel?
*****
Na´, de na´. Que se empeñaron
y trajeron zarandaja.
Cuasi ninguno volvieron,
pallí le dieron mortaja.
*****
La cultura es lo primero
y expandirla, si se pue´e
por to´o el mundo entero,
aunque los bofes te que´es.
*****
Sí. Mucho ¡Viva Guadalupe!
Mucho ¡Viva Extrema´ura!
Pa´ algunos buen escalope,
pa´ otros piedra mu´ dura.
Se llenan el gasupeto
y de la Jurde pa´ abajo,
to´ de jambre muerto
ý sin encontral trabajo.
*****
No vivas tan geringao,
camina mirando al frente
y sombrero a medio la´o
igual que la buena gente.
*****
Sí. Los del buche abulta´o
y la bodega repleta
de jamones colga´o.
¡Ande que no tien´ geta!
*****
Compare, no tie´s arreglo.
Siempre chisporreando.
Tie´s que comprende´lo,
la cuestión es il tirando.
*****
Compare, que la barriga
canta y la boca se abre,
que tie´s que miral pa´rriba
y entretenel la jambre.
Menos ¡Vivas! Y sermones.
Más trabajo bien paga´o.
Meno jansia y comilones
y extremeño más iguala´o.
Nuestra fonología amamos
en la Villa de la Zarza.
Si el Castellano pisamos,
que nunca sirva de chanza
por que no lo consentimos.
¡Arza!
TAXISTA POETA
Por Madrid vuelas, taxista,
con una mano al volante,
un ojo sobre la pista,
la oreja siempre pendiente
y tu pluma bien dispuesta.
En esta ciudad inquieta,
mi buen amigo Alonsín,
eres taxista y poeta
de inteligencia sin fin,
con tu musa siempre inquieta.
Eres tu cual roble herido
que en su rama semi-ajada
un gorrióncillo en su nido
entristece tu mirada
y tu corazón herido.
Quejidos de tu garganta
recoge ese pajarito
que aletea mientras canta
y enternece al abuelito
que su desventura espanta.
A ese huracán de maldades
que tu tronco ha azotado,
la razón y las virtudes
lo han de amainar a tu lado.
¡No maldigas ni perjures!
Cuando la calma suceda
al trueno mal humorado
y la helada no te muerda
tu ramaje remozado,
mira a tu lado y recuerda.
Cuando tu potro herido
en la negra enfermería,
mi lamento y tu quejido
en un poema fundía
un silencio merecido.
Ábrele tu corazón
a todo el que te lo pida,
no preguntes la razón
al que perdona y olvida
que esa será tu misión.
SANTANDER
Mi buen amigo Daniel:
Tu pena fue dolorosa.
Cómo podía yo saber
que por irnos por Reynosa,
le volvieras a ver nacer.
De Madrid a Santander,
vaya lata con el Ebro,
llegando yo a comprender
que ese río es un secuestro
y nunca podéis perder.
¡Bendición y hermosura!
La montaña de Reynosa,
de colores verde - oscura,
admirable y peligrosa,
bien repleta de bravura.
Con esos potros salvajes,
apoyados en dos patas
paciendo esos parajes,
son estampas muy gratas,
de sorprendentes linajes.
Al río Ebro vimos nacer,
que dicen de Zaragoza,
y que suyo no podrá ser
por ser hijo de Reynosa
e insignia de Santander.
Esos tres manantiales
serán el eterno llanto
de esas sierras naturales
por el Ebro, con su encanto,
que a Santander quieren quitarles.
Por su Ebro es tan intensa,
la pena de Santander,
que con esa niebla densa,
a España no deja ver
su bella pradera inmensa.
Ni la verde Vega de Paz.
Con su sabroso lechazo,
su río, pequeño y voraz;
de gloria es un pedazo
y de Santander su paz.
EL DESAFÍO
Allá por los, no sé cuantos,
de un siglo que no recuerdo,
sucedieron los relatos
de este hecho acaecido.
Estos son unos soldados
de aquel rey de España,
con honores merecidos
por su inolvidable hazaña.
Muy diestros son estos hombres
en batallas por los mares
y quiero darles sus nombres
por ser de grandes valores.
El primer aparecido
será Manuel Carretera,
soldado diestro y temido
por España y frontera.
El segundo, Andrés Villes.
Capitán de cabos y cuerdas,
famoso en puertos y muelles,
hombre de grandes prendas.
Tercero es Altamirano,
es teniente de troneras,
muy diestro espada en mano
y temido por cualquiera.
El cuarto, Tomás Arena,
es alférez reformado,
con una diestra muy buena
y espadachín redomado.
Después de guerras sufrir
por los mares del Imperio
llegan a coincidir
por Madrid, su Ministerio.
Un buen día por la ciudad,
Manuel y Andrés paseando,
encuentran, por casualidad,
una dama esperando.
Tierna y bella criatura
de talle bien moldeado,
un espejo de hermosura
que Arena ha enamorado.
Molestarla, no debieron,
sabiendo ser de Arena
y que los celos nunca fueron
para Tomás cosa buena.
Andrés, con sus requiebros,
comienza a enternecerla,
y la dama de ojos negros
ha contestado con burla:
En hora mala váyase
a pelear a sus guerras
y entre tanto olvídese
piropear en estas tierras.
Andrés, mal humorado
por la oportuna repuesta,
con la siniestra le ha dado
tal bofetón a la hembra.
Que le ha dejado deshecho
cara, boca, muelas y diente,
en sangre se la manchó
y dijo le sonriente:
Le dices a tu Arena
que salga a tomar venganza
que a la vuelta de la esquina
Andrés Villes le espera.
Y siguieron paseando
por Cibeles y praderas,
entre tanto han llegado
Altamirano y Arena.
Ala vera de su dama
y al verla de esta manera
a voz en grito exclama.
¡Satanás, ven a mi vera!
¿Pero quien fue el hereje
que ha ofendido tu belleza
sabiendo que te protege
mi espada y mi destreza?
Que la vida le quitaré
por mucho que me suplique
y al infierno mandaré
la sangre que me salpique.
La dama muy serena
pronto acertó a decirles:
No serás Tomás Arena,
respetado en los madriles.
Si no vengas esta ofensa
cortándole la mano
a esa rata sarnosa
de proceder inhumano.
Así me han puesto al mirarles
dos soldados de galeras,
el uno es Andrés Villes.
Dijo a vengarte fueras.
Al oír estas versiones
como dos enormes fieras
comienzan a buscarles
por calles, plazas y cuestas.
Por la plaza de Cibeles,
paseando los encuentra,
Sus enemigos al verles
han tirado de siniestra.
Arena les detenía
exclamando ¡Vamos fuera!
Donde no haya más valía
de la que el cielo quiera.
Salieron de la ciudad
poco más de un cuarto Legua,
sin ánimos de dar piedad,
conceder perdón ni tregua.
En un escondido trecho
Arena volvió la cara
y en alta voz ha dicho:
La pendencia aquí será.
Donde quedéis destrozados,
yo vengaré mi ofensa
y os dejaré sepultados
cumpliéndose mi promesa.
Meten mano a las espadas
con ira y saña de fiera.
Altamirano, en cruzadas,
cerró con Carretera.
Y Andrés Villes cerró
con su contrario Arena,
en ofensiva en corro,
el acero brilla y suena.
tus sentenciosas palabras,
contra ciervo anonadado
que, cual presa fácil, cobras
y dejas despellejado.
Siendo por ti despreciado
¡Qué me puede ya importar!
Mi existencia ha terminado
y mi fin está al llegar
con este puñal clavado.
Mi pecho ya ha enrojecido
y los labios se me secan,
mi garganta se ha encogido
y mis ojos ya se cierran
sin tu perdón conseguido.
*****
¡Maldito mi corazón!,
que consentir has podio
esta cruel inmolación
sin haberle concedido
su, tan ansiado perdón.
Horrible ha sido mi venganza,
horribles fueron mis celos,
ya se acabó mi esperanza,
para mí ya no hay consuelos
la muerte baila su danza.
Mi sangre nos ha empapado
y juntas manchan la tierra.
Con tu puñal me he matado,
después de esta vida perra,
pronto te habré alcanzado.
Y caminito del cielo
los dos juntos cantaremos
las penas y el desconsuelo
con la que ya terminamos
en nuestro terrible duelo.
FANTASÍA
Los sueño son fantasía
de aquella ilusión dormida
que da pavor o alegría
al paso de nuestra vida.
A ciegas caminando
por esta senda dorada
de ese cielo iluminado
con nuestra luna plateada.
Entre nubes de algodones
y las fugaces centellas
cabalgan nuestras pasiones
cuan ramilletes de estrellas.
Soñando ya estar despierto
entre tomillos morados,
tulipanes abiertos,
limoneros y granados.
Entre camelias doradas
y varitas de bambú,
con las guirnaldas colgadas,
allí apareciste tú.
Como una rosa de té,
amarilla y perfumada,
que para mí te corté
y deposité en mi almohada.
Que despertares más tristes
cuando allí no te encontré,
sin un solo adiós te fuiste,
mi adorable flor de té.
Ahora ya, yo siempre sueño
con lo que aquel día soñé...
Que solo yo fuera el dueño
de aquella rosa de té.
ALCALDE TIERNO
Desde la Diosa Cibeles,
con triste melancolía,
adiós, Madrid le decía
al mejor de sus ediles.
Su alma que de paz goza,
al infinito subía,
al tiempo que recibía
postrado en su carroza.
Cual mejor de los mortales
con tanta sabiduría,
honores que merecía
de sus queridos Madriles.
FLOR DE MI PENSAMIENTO
Cuantas veces me pregunto,
estando a tu lado junto.
¿Cómo llegué a conocerte?
Serían nuestros destinos,
mi correr por los caminos
o el destino de mi suerte.
Con esa tez trigueña,
esa nariz aguileña,
con tu hermosura y encanto,
cual diosa eterna fueras
que cariño a mí me dieras
cubriéndome con tu manto.
Que profundo y que certero,
con amor tan verdadero
sería aquel flechazo cruzado
que ni la hiel emanada
de esta vida emponzoñada
nunca nos ha separado.
Tu, chulapa y fiel madrileña,
sigue echando leña
a la hoguera de nuestro amor,
que en el amor y cariño
no debe haber engaño,
aburrimiento ni temor.
Si es amor mi vivir
nada podrá destruir
mi encanto y sentimiento.
Porque es amor verdadero.
Porque mucho, yo te quiero,
Flor de mi pensamiento.
ADIÓS A TIERNO GALVÁN
Desde el Bravo bulevar,
los que allí testigos fueron,
al ver tu vida acabar
fuertes aplausos te dieron.
Con un arcángel al lado
en tu terrible agonía
dejas Madrid enlutado
y al infinito te guía.
Por espacios siderales,
estrellas que vienen y van,
en corros angelicales
llevan a Tierno Galván.
Alcalde de los madriles
que con su sabiduría
a los grupos juveniles
poco a poco se atraía.
Aquí quedan tus patitos
en el limpio Manzanares,
cuajado de pececitos
que sembraste a millares.
ADIÓS A SOL
Plaza del Supositorio,
entre cirios de neón.
Sartenes del Purgatorio.
Valle de Consolación.
Como así te bautizaron
tus sufridos madrileños,
que a Barranco aguantaron
con sus caprichos y sueños.
Al oso con su madroño
a un rincón se llevó
y a nuestra “Manca del Moño”
en su lugar colocó.
Las protestas no dolieron
ni a Barranco ni a Leguina,
que tan solo concedieron
algunas Isabelinas.
Pero, allá, desde otro mundo,
quien Madrid bien gobernó,
doliéndose en lo más hondo,
con su caballo volvió.
Luciéndose en sus blasones
por nuestra Puerta del Sol,
despertándole ilusiones
a todo el pueblo español.
Que sueña reconquistada
esa insignia madrileña
de célebres campanadas
en las fiestas navideñas.
Con su torre ya inclinada
por el peso de su reloj
o el motín de su fachada
de aquel famoso “Día Dos”.
O quizás por los tormentos,
que sus entrañas pudriera
a causa de los lamentos
que, recordar no quisiera.
Fuiste tú Carlos III,
el alcalde madrileño
de gobierno más certero
que pusiera más empeño.
En a Madrid defender
de golfos y porquería.
Vuelve tu espada a coger
y limpia esta algarabía.
De chorizos y mangano,
chocolate y papelina,
que tanto inquieta a Manzano
e intranquiliza a Leguina.
Que tu ecuestre monumento
no sirva de estercolero
con repugnante excremento
de pájaro palomero.
Cual en tu España lo hicieras
brille nuestra Puerta del Sol,
y orgullo de razas fuera
cuan Valle de Paz Español.
AUTONOMÍA MADRILEÑA
En su centro tiene España,
Región con Autonomía,
ella que a nadie extraña,
por adopción es la mía.
Llegados de toda España
a tu noble corazón,
en bien esgrimida hazaña,
a ti te hicieron región.
De marzo, el primer día,
de aquellos ochenta y tres,
tu bandera hondearía
al cielo por primera vez.
Con tu sangre en la bandera,
sin tu oso madrileño,
con siete estrellas viniera
del cielo con gran empeño.
Con todas tus maravillas,
tan pequeña te has quedado,
por tus vecinas Castillas
que solita te han dejado.
Pero “Pichi”, tu serás
con dos castillos a tus pies,
la corona lucirás
desde Sol y Lavapiés.
VERDAD EXTREMEÑA
Que grande fue Extrema´ura
cuando sus fieros salieron
pa´ América y su llanura
y a bautizal indios fueron.
*****
Sí. Algunos bautizaron,
a otros pal´ pelo le dieron,
y d´allí pacá lo jecharon
en cuantito que pudieron.
To´a la piel se me engurruña.
Preguntándome ¡Mi´a tu!
Recomiéndome la´ juña.
¿Que tenemos en Perú?--
*****
To´ lo guipas mal, compadre.
Mira la Reina Isabel.
De América no jizo madre.
¿Que má jonrra pue´ cabel?
*****
Na´, de na´. Que se empeñaron
y trajeron zarandaja.
Cuasi ninguno volvieron,
pallí le dieron mortaja.
*****
La cultura es lo primero
y expandirla, si se pue´e
por to´o el mundo entero,
aunque los bofes te que´es.
*****
Sí. Mucho ¡Viva Guadalupe!
Mucho ¡Viva Extrema´ura!
Pa´ algunos buen escalope,
pa´ otros piedra mu´ dura.
Se llenan el gasupeto
y de la Jurde pa´ abajo,
to´ de jambre muerto
ý sin encontral trabajo.
*****
No vivas tan geringao,
camina mirando al frente
y sombrero a medio la´o
igual que la buena gente.
*****
Sí. Los del buche abulta´o
y la bodega repleta
de jamones colga´o.
¡Ande que no tien´ geta!
*****
Compare, no tie´s arreglo.
Siempre chisporreando.
Tie´s que comprende´lo,
la cuestión es il tirando.
*****
Compare, que la barriga
canta y la boca se abre,
que tie´s que miral pa´rriba
y entretenel la jambre.
Menos ¡Vivas! Y sermones.
Más trabajo bien paga´o.
Meno jansia y comilones
y extremeño más iguala´o.
Nuestra fonología amamos
en la Villa de la Zarza.
Si el Castellano pisamos,
que nunca sirva de chanza
por que no lo consentimos.
¡Arza!
TAXISTA POETA
Por Madrid vuelas, taxista,
con una mano al volante,
un ojo sobre la pista,
la oreja siempre pendiente
y tu pluma bien dispuesta.
En esta ciudad inquieta,
mi buen amigo Alonsín,
eres taxista y poeta
de inteligencia sin fin,
con tu musa siempre inquieta.
Eres tu cual roble herido
que en su rama semi-ajada
un gorrióncillo en su nido
entristece tu mirada
y tu corazón herido.
Quejidos de tu garganta
recoge ese pajarito
que aletea mientras canta
y enternece al abuelito
que su desventura espanta.
A ese huracán de maldades
que tu tronco ha azotado,
la razón y las virtudes
lo han de amainar a tu lado.
¡No maldigas ni perjures!
Cuando la calma suceda
al trueno mal humorado
y la helada no te muerda
tu ramaje remozado,
mira a tu lado y recuerda.
Cuando tu potro herido
en la negra enfermería,
mi lamento y tu quejido
en un poema fundía
un silencio merecido.
Ábrele tu corazón
a todo el que te lo pida,
no preguntes la razón
al que perdona y olvida
que esa será tu misión.
SANTANDER
Mi buen amigo Daniel:
Tu pena fue dolorosa.
Cómo podía yo saber
que por irnos por Reynosa,
le volvieras a ver nacer.
De Madrid a Santander,
vaya lata con el Ebro,
llegando yo a comprender
que ese río es un secuestro
y nunca podéis perder.
¡Bendición y hermosura!
La montaña de Reynosa,
de colores verde - oscura,
admirable y peligrosa,
bien repleta de bravura.
Con esos potros salvajes,
apoyados en dos patas
paciendo esos parajes,
son estampas muy gratas,
de sorprendentes linajes.
Al río Ebro vimos nacer,
que dicen de Zaragoza,
y que suyo no podrá ser
por ser hijo de Reynosa
e insignia de Santander.
Esos tres manantiales
serán el eterno llanto
de esas sierras naturales
por el Ebro, con su encanto,
que a Santander quieren quitarles.
Por su Ebro es tan intensa,
la pena de Santander,
que con esa niebla densa,
a España no deja ver
su bella pradera inmensa.
Ni la verde Vega de Paz.
Con su sabroso lechazo,
su río, pequeño y voraz;
de gloria es un pedazo
y de Santander su paz.
EL DESAFÍO
Allá por los, no sé cuantos,
de un siglo que no recuerdo,
sucedieron los relatos
de este hecho acaecido.
Estos son unos soldados
de aquel rey de España,
con honores merecidos
por su inolvidable hazaña.
Muy diestros son estos hombres
en batallas por los mares
y quiero darles sus nombres
por ser de grandes valores.
El primer aparecido
será Manuel Carretera,
soldado diestro y temido
por España y frontera.
El segundo, Andrés Villes.
Capitán de cabos y cuerdas,
famoso en puertos y muelles,
hombre de grandes prendas.
Tercero es Altamirano,
es teniente de troneras,
muy diestro espada en mano
y temido por cualquiera.
El cuarto, Tomás Arena,
es alférez reformado,
con una diestra muy buena
y espadachín redomado.
Después de guerras sufrir
por los mares del Imperio
llegan a coincidir
por Madrid, su Ministerio.
Un buen día por la ciudad,
Manuel y Andrés paseando,
encuentran, por casualidad,
una dama esperando.
Tierna y bella criatura
de talle bien moldeado,
un espejo de hermosura
que Arena ha enamorado.
Molestarla, no debieron,
sabiendo ser de Arena
y que los celos nunca fueron
para Tomás cosa buena.
Andrés, con sus requiebros,
comienza a enternecerla,
y la dama de ojos negros
ha contestado con burla:
En hora mala váyase
a pelear a sus guerras
y entre tanto olvídese
piropear en estas tierras.
Andrés, mal humorado
por la oportuna repuesta,
con la siniestra le ha dado
tal bofetón a la hembra.
Que le ha dejado deshecho
cara, boca, muelas y diente,
en sangre se la manchó
y dijo le sonriente:
Le dices a tu Arena
que salga a tomar venganza
que a la vuelta de la esquina
Andrés Villes le espera.
Y siguieron paseando
por Cibeles y praderas,
entre tanto han llegado
Altamirano y Arena.
Ala vera de su dama
y al verla de esta manera
a voz en grito exclama.
¡Satanás, ven a mi vera!
¿Pero quien fue el hereje
que ha ofendido tu belleza
sabiendo que te protege
mi espada y mi destreza?
Que la vida le quitaré
por mucho que me suplique
y al infierno mandaré
la sangre que me salpique.
La dama muy serena
pronto acertó a decirles:
No serás Tomás Arena,
respetado en los madriles.
Si no vengas esta ofensa
cortándole la mano
a esa rata sarnosa
de proceder inhumano.
Así me han puesto al mirarles
dos soldados de galeras,
el uno es Andrés Villes.
Dijo a vengarte fueras.
Al oír estas versiones
como dos enormes fieras
comienzan a buscarles
por calles, plazas y cuestas.
Por la plaza de Cibeles,
paseando los encuentra,
Sus enemigos al verles
han tirado de siniestra.
Arena les detenía
exclamando ¡Vamos fuera!
Donde no haya más valía
de la que el cielo quiera.
Salieron de la ciudad
poco más de un cuarto Legua,
sin ánimos de dar piedad,
conceder perdón ni tregua.
En un escondido trecho
Arena volvió la cara
y en alta voz ha dicho:
La pendencia aquí será.
Donde quedéis destrozados,
yo vengaré mi ofensa
y os dejaré sepultados
cumpliéndose mi promesa.
Meten mano a las espadas
con ira y saña de fiera.
Altamirano, en cruzadas,
cerró con Carretera.
Y Andrés Villes cerró
con su contrario Arena,
en ofensiva en corro,
el acero brilla y suena.
Como son los agraviados
se tiran muy de veras,
con odios tan enconados
que intentan a la primera.
se tiran muy de veras,
con odios tan enconados
que intentan a la primera.
Villes es sobrehumano,
que ha dado a Tomás Arena
tres estocadas de mano
y del pecho sangre mana.
Púrpura va derramando,
manchando la seca tierra,
como se va desangrando
ve que le falta la fuerza.
Con la espada y daga
con su contrario se cierra
dándole tal estocada,
que sin reparar lo hiciera.
Por la cabeza le hundió
algo más de la tercia.
Andrés Villes allí cayo
de espaldas en su presencia.
Arena muy mal herido
se sienta en una peña
mirando al cielo, erguido,
llama a su extrema dueña.
¡Santa Madre Verdadera!
Yo soy la oveja perdida
que de tu rebaño se fuera,
acógeme en mi subida.
En esto llega la parca,
corta el hilo que alienta
y su alma está cerca
del Tribunal de Audiencia.
*****
Vamos a los otros dos
que fuertemente pelean
y de pelear cansados
tregua los dos se pidieran.
Uno al otro se han mirado
y ha hablado Carretera:
Todo el mundo he corrido
y pisado mucha tierra.
Desafíos he tenido
y peligrosa contienda
pero no he encontrado
quien a mis pies no se rinda.
Los dos estamos heridos,
no vale la pena luchar,
es un duelo sin sentidos,
esta lucha ha de acabar.
Mi fama jamás consienta
dejarte yo a ti con vida.
Habiendo muerto Carretera,
la tuya tienes perdida.
Puesto ya en ocasión,
si un leopardo te volviera,
cien mil vidas, sin perdón,
de un tajo te quitara.
¿Quieres volver a la pelea?
Yo en tu lugar no lo hiciera,
pronto te habrá de pesar,
le contestó Carretera.
Meten mano a la tizona
con esa ira de fiera
sin reparar en la zona,
a la que primero venga.
El sol no acierta a salir
a glorificar la tierra
por no ver las fieras morir
de esa suerte tan perra.
Altamirano es muy valiente
pero le faltan las fuerzas,
siete estocadas tiene
y partidas las muñecas.
Esquivando las puntadas
que le envía Carretera
tropieza y cae de espaldas
bufando como una fiera.
Con la paz me rogaste,
preciso es que te obedezca,
detente y no me mates
aunque no me lo merezca.
Ya no hay tiempo para eso
ha respondido Carretera.
Con la espada rabioso
le dio la gracia postrera.
Viendo que está muy solo,
que la noche le cerca
y el día levanta el vuelo,
a la ciudad dio la vuelta.
Entró en casa de la dama,
cogiéndola por el pelo
le arrojó sobre la cama
y le arrastró por el suelo.
¡Mala hiena! Tú has sido
la causa de la pendencia,
llevarás tu merecido
compartiendo mi desgracia.
De un fortísimo tajo
le ha cortado la cabeza
y al lodazal la arrojó
para quedarla bien muerta.
A un convento de obediencia
va a rezar con devoción,
a cumplir su penitencia
y alcanzar la salvación.
Un hermano de Arena,
queriendo tomar venganza,
impulsado por su pena,
vio cumplida su esperanza.
Espió donde estaba,
lo cercó con prudencia,
un día que se encontraba
en la puerta de la iglesia.
De un carabinazo
muerto por el suelo
ha dejado boca abajo
sin pararse ni a mirarlo.
El delincuente se ha huido
y de nada le aprovecha,
lo han cercado y cogido
y en la cárcel entra.
A su general dan cuenta,
y manda Su Excelencia,
tras un Consejo de Guerra,
justicia en su presencia.
Que lo amarren fuertemente
a cuatro grandes galeras
con el rumbo diferente
mientras despegan velas.
Las cuatro están en cruz,
todas, la señal esperan,
al resplandor de una luz
cuatro roncos pitos suenan.
Y ese cadáver queda
en cuatro piezas partido,
uno en cada cuerda,
entre las aguas hundido.
Escarmentad valentones,
no viváis a rienda suelta,
que por celos y pasiones
queda una dama muerta.
Y los Tercios españoles
han perdido cinco hombres
todos de grandes valores
y prestigiosos renombres.
DESEOS DE PAZ
Así es nuestra paz.
Falsa moneda,
vil y mordaz
que en nadie queda.
Eres paloma
tan mensajera
que alegre asoma
por donde quiera.
De boca en boca
¡Hermosa eres!
Si a interés toca
nadie te quiere.
Tus alas corta
y tu cuerpo hiere,
tu vida acorta
quien mal te quiere.
Entre su mano,
tu esbelto cuello,
tuerce el pagano
a causa de ello.
A nadie extraña
si nada haces
ni por España,
ni en otras paces.
¿Llegará la hora
de la verdad?
Cual bella aurora
de felicidad.
No rujan leones,
no truenen armas,
suenen canciones,
música y palmas.
No haya fronteras,
odios ni envidias
en estas tierras
todos los días.
No haya dolores,
ni haya victorias
y si haya amores
en las memorias.
¿Llegará el día
de sea ilusión?
Y esa alegría
en el corazón.
¡Paz en los cielos!
¡Paz en la tierra!
¡Paz en los pueblos!
¡No haya más guerra!
PEÑARUBIA
¡OH!. ¡Peñarrubia inmortal!
Dicen los políticos y ediles,
de tus regionales madriles,
que tú no eres colonia legal;
pues ella, pañales tuviera
cuando tú ya mocita eras.
¡Espejo de hermosura sin igual!
¡Erguida tu figura quiero!
Yo, de los primeros fui
que mi Guarida en ti construí,
que lo sepa el mundo entero.
Si mil veces te hundiera,
cien mil vidas yo te diera
defendiéndote el primero.
El resplandor de ese tesoro
que brilla en tu entraña,
enséñaselo a toda España,
que no hay mejor tesoro,
y tu lo llevas muy a gala
con tus Chorros del Oro.
Navegando en mi fiel Galera,
lucida en puertos y mares,
por espacios siderales,
y mi firme pluma por bandera,
para que fueras más bella,
cien luceros y una estrella,
del infinito yo te trajera.
PALOMA HERIDA
¡Jubilado! ¡ jorobado!
Paloma torcaz herida,
el corazón destrozado,
con el ala ya caída
y su piquito doblado.
Las manos agarrotadas
y muy retostada la piel;
tantos recuerdos guardas
que han reventado tu hiel
las ilusiones perdidas
Trabajaste sin descanso
en el campo resecado,
ya sobras a cada paso
y terminas jubilado
sin que nadie te haga caso.
A tus padres bien cuidaste
en sus duras agonías,
tus descendientes mimaste
rebosante de alegrías
pero jamás pensaste.
Que aquello que sembraste
y sin ningún precio poner
llegará a desengañarte
que lo habrías de perder
teniendo que conformarte.
A los planetas llegamos
con modernos adelantos
y aquí en la tierra no vemos,
qué necesitamos tanto,
que conseguir no podemos.
Como al viejo aguantar,
respeto a los mayores,
ese orgullo familiar
de nuestros antecesores
que llegamos a olvidar.
Solo té queda el consuelo
de jugar las partiditas
con otro buen abuelo,
oírle las batallitas
con tomaduras de pelo.
Empujar el cochecito
por tu jardín más cercano
paseando al nietecito,
con el otro de la mano
o haciendo de borriquito.
O con mucha decisión
unirte con amiguetes
y entrar en televisión
de rellenos y paquetes
y dar palmas a mogollón.
O llenar el solano
por todas partes sobrando
sin que nadie te de la mano,
solo, estar esperando
el destino más lejano.
O llenar las guarderías,
que mal llaman residencias,
más bien penitenciarías
lavadoras de conciencias
que nadie, ni tú querrías.
Aguantando con tu pensión
que de miseria te darán
y serás la admiración,
de todos los que murmuran.
¿Que cobrará este bribón?
Si mi buen consejo quieres,
vive bien tu jubilación,
disfruta de lo que quieres
y no tengas preocupación
por si tarde o pronto mueres.
Deja eso a tu destino
que tan solo Dios lo sabe,
ándate tu buen camino
con pasito muy suave
y no seas adivino.
que ha dado a Tomás Arena
tres estocadas de mano
y del pecho sangre mana.
Púrpura va derramando,
manchando la seca tierra,
como se va desangrando
ve que le falta la fuerza.
Con la espada y daga
con su contrario se cierra
dándole tal estocada,
que sin reparar lo hiciera.
Por la cabeza le hundió
algo más de la tercia.
Andrés Villes allí cayo
de espaldas en su presencia.
Arena muy mal herido
se sienta en una peña
mirando al cielo, erguido,
llama a su extrema dueña.
¡Santa Madre Verdadera!
Yo soy la oveja perdida
que de tu rebaño se fuera,
acógeme en mi subida.
En esto llega la parca,
corta el hilo que alienta
y su alma está cerca
del Tribunal de Audiencia.
*****
Vamos a los otros dos
que fuertemente pelean
y de pelear cansados
tregua los dos se pidieran.
Uno al otro se han mirado
y ha hablado Carretera:
Todo el mundo he corrido
y pisado mucha tierra.
Desafíos he tenido
y peligrosa contienda
pero no he encontrado
quien a mis pies no se rinda.
Los dos estamos heridos,
no vale la pena luchar,
es un duelo sin sentidos,
esta lucha ha de acabar.
Mi fama jamás consienta
dejarte yo a ti con vida.
Habiendo muerto Carretera,
la tuya tienes perdida.
Puesto ya en ocasión,
si un leopardo te volviera,
cien mil vidas, sin perdón,
de un tajo te quitara.
¿Quieres volver a la pelea?
Yo en tu lugar no lo hiciera,
pronto te habrá de pesar,
le contestó Carretera.
Meten mano a la tizona
con esa ira de fiera
sin reparar en la zona,
a la que primero venga.
El sol no acierta a salir
a glorificar la tierra
por no ver las fieras morir
de esa suerte tan perra.
Altamirano es muy valiente
pero le faltan las fuerzas,
siete estocadas tiene
y partidas las muñecas.
Esquivando las puntadas
que le envía Carretera
tropieza y cae de espaldas
bufando como una fiera.
Con la paz me rogaste,
preciso es que te obedezca,
detente y no me mates
aunque no me lo merezca.
Ya no hay tiempo para eso
ha respondido Carretera.
Con la espada rabioso
le dio la gracia postrera.
Viendo que está muy solo,
que la noche le cerca
y el día levanta el vuelo,
a la ciudad dio la vuelta.
Entró en casa de la dama,
cogiéndola por el pelo
le arrojó sobre la cama
y le arrastró por el suelo.
¡Mala hiena! Tú has sido
la causa de la pendencia,
llevarás tu merecido
compartiendo mi desgracia.
De un fortísimo tajo
le ha cortado la cabeza
y al lodazal la arrojó
para quedarla bien muerta.
A un convento de obediencia
va a rezar con devoción,
a cumplir su penitencia
y alcanzar la salvación.
Un hermano de Arena,
queriendo tomar venganza,
impulsado por su pena,
vio cumplida su esperanza.
Espió donde estaba,
lo cercó con prudencia,
un día que se encontraba
en la puerta de la iglesia.
De un carabinazo
muerto por el suelo
ha dejado boca abajo
sin pararse ni a mirarlo.
El delincuente se ha huido
y de nada le aprovecha,
lo han cercado y cogido
y en la cárcel entra.
A su general dan cuenta,
y manda Su Excelencia,
tras un Consejo de Guerra,
justicia en su presencia.
Que lo amarren fuertemente
a cuatro grandes galeras
con el rumbo diferente
mientras despegan velas.
Las cuatro están en cruz,
todas, la señal esperan,
al resplandor de una luz
cuatro roncos pitos suenan.
Y ese cadáver queda
en cuatro piezas partido,
uno en cada cuerda,
entre las aguas hundido.
Escarmentad valentones,
no viváis a rienda suelta,
que por celos y pasiones
queda una dama muerta.
Y los Tercios españoles
han perdido cinco hombres
todos de grandes valores
y prestigiosos renombres.
DESEOS DE PAZ
Así es nuestra paz.
Falsa moneda,
vil y mordaz
que en nadie queda.
Eres paloma
tan mensajera
que alegre asoma
por donde quiera.
De boca en boca
¡Hermosa eres!
Si a interés toca
nadie te quiere.
Tus alas corta
y tu cuerpo hiere,
tu vida acorta
quien mal te quiere.
Entre su mano,
tu esbelto cuello,
tuerce el pagano
a causa de ello.
A nadie extraña
si nada haces
ni por España,
ni en otras paces.
¿Llegará la hora
de la verdad?
Cual bella aurora
de felicidad.
No rujan leones,
no truenen armas,
suenen canciones,
música y palmas.
No haya fronteras,
odios ni envidias
en estas tierras
todos los días.
No haya dolores,
ni haya victorias
y si haya amores
en las memorias.
¿Llegará el día
de sea ilusión?
Y esa alegría
en el corazón.
¡Paz en los cielos!
¡Paz en la tierra!
¡Paz en los pueblos!
¡No haya más guerra!
PEÑARUBIA
¡OH!. ¡Peñarrubia inmortal!
Dicen los políticos y ediles,
de tus regionales madriles,
que tú no eres colonia legal;
pues ella, pañales tuviera
cuando tú ya mocita eras.
¡Espejo de hermosura sin igual!
¡Erguida tu figura quiero!
Yo, de los primeros fui
que mi Guarida en ti construí,
que lo sepa el mundo entero.
Si mil veces te hundiera,
cien mil vidas yo te diera
defendiéndote el primero.
El resplandor de ese tesoro
que brilla en tu entraña,
enséñaselo a toda España,
que no hay mejor tesoro,
y tu lo llevas muy a gala
con tus Chorros del Oro.
Navegando en mi fiel Galera,
lucida en puertos y mares,
por espacios siderales,
y mi firme pluma por bandera,
para que fueras más bella,
cien luceros y una estrella,
del infinito yo te trajera.
PALOMA HERIDA
¡Jubilado! ¡ jorobado!
Paloma torcaz herida,
el corazón destrozado,
con el ala ya caída
y su piquito doblado.
Las manos agarrotadas
y muy retostada la piel;
tantos recuerdos guardas
que han reventado tu hiel
las ilusiones perdidas
Trabajaste sin descanso
en el campo resecado,
ya sobras a cada paso
y terminas jubilado
sin que nadie te haga caso.
A tus padres bien cuidaste
en sus duras agonías,
tus descendientes mimaste
rebosante de alegrías
pero jamás pensaste.
Que aquello que sembraste
y sin ningún precio poner
llegará a desengañarte
que lo habrías de perder
teniendo que conformarte.
A los planetas llegamos
con modernos adelantos
y aquí en la tierra no vemos,
qué necesitamos tanto,
que conseguir no podemos.
Como al viejo aguantar,
respeto a los mayores,
ese orgullo familiar
de nuestros antecesores
que llegamos a olvidar.
Solo té queda el consuelo
de jugar las partiditas
con otro buen abuelo,
oírle las batallitas
con tomaduras de pelo.
Empujar el cochecito
por tu jardín más cercano
paseando al nietecito,
con el otro de la mano
o haciendo de borriquito.
O con mucha decisión
unirte con amiguetes
y entrar en televisión
de rellenos y paquetes
y dar palmas a mogollón.
O llenar el solano
por todas partes sobrando
sin que nadie te de la mano,
solo, estar esperando
el destino más lejano.
O llenar las guarderías,
que mal llaman residencias,
más bien penitenciarías
lavadoras de conciencias
que nadie, ni tú querrías.
Aguantando con tu pensión
que de miseria te darán
y serás la admiración,
de todos los que murmuran.
¿Que cobrará este bribón?
Si mi buen consejo quieres,
vive bien tu jubilación,
disfruta de lo que quieres
y no tengas preocupación
por si tarde o pronto mueres.
Deja eso a tu destino
que tan solo Dios lo sabe,
ándate tu buen camino
con pasito muy suave
y no seas adivino.
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